‘El sabor de los recuerdos del día más importante de vuestras vidas’
Elegir el menú de boda.
Cuando elegís el menú de vuestra boda, estáis eligiendo el sabor que tendrán los recuerdos de las personas que os acompañarán en el que se convertirá en uno de los días más felices de vuestra vida. La memoria gustativa de vuestro enlace será una de las sensaciones más importantes que regalaréis a vuestros invitados como muestra de agradecimiento por su compañía en ese momento único.
Es por esto que seleccionar el menú de vuestra boda se antoja como uno de los momentos críticos del proceso de preparación del enlace porque en él se busca contentar a los paladares más exigentes, a los invitados más frugales, a los comensales más golosos y a los familiares y amigos que han compartido mesa y mantel muchas veces con vosotros y cuyos gustos conocéis y no queréis menospreciar.
En el acto ceremonioso en el que se convierte la comida o la cena de una boda hay que tener en cuenta múltiples tesituras. Una de las claves principales que tenéis que decidir para vuestra boda es si la comida adoptará un formato clásico, con los invitados sentados en torno a varias mesas, o bien si será del tipo cocktail y más creativa e informal -siguiendo la tendencia actual de eliminar las mesas en las que permanecer sentado durante horas y substituyéndolas por puffs, balas de paja, palets, etc-.
De esta elección estética, dependerá en gran parte el diseño del menú. En caso de que la boda distribuya a los invitados en mesas tradicionales, los platos podrán ser de mayor tamaño, se requerirán cubiertos para tomarlos y probablemente la cadencia de la ceremonia sea más lenta y rítmica.
Distribución de invitados .
Sin embargo, si la boda permite a los invitados permanecer de pie e ir cambiando de mesas y de acompañantes a la hora de tomar aperitivos y platos principales, en espacios como jardines o terrazas, la elección del menú debería orientarse más a propuestas de menores dimensiones, que todas ellas se puedan comer de un bocado, sin exceso de salsas que acaben manchando los trajes y vestidos y, sobre todo, sencillas de comer, esto es, lo que en inglés se conoce como fingerfood.
En todo caso, la búsqueda de nuevas tendencias permite localizar propuestas culinarias que maridan los sabores clásicos con los formatos modernos, de cara a contentar a la heterogeneidad de paladares que se aglutinan en tales eventos. La influencia familiar suele empujar hacia menús más clásicos. Si la boda es más pequeña o informal, las propuestas innovadoras suelen triunfar. Como en todo, hay excepciones.
Una vez aclarado este punto, os podéis centrar en el resto de preparativos, así como en los elementos estéticos y en los detalles del menú. Esta aclaración permitirá orientar los siguientes pasos optimizando el tiempo y evitando discusiones.
Otras maneras creativas de presentar los platos.
Una de las tendencias actuales en lo que a menús de boda se refiere es el showcooking. La cocina en directo en la que un chef elabora platos e interactúa con los invitados, convirtiendo el proceso de cocinado en un elemento más de entretenimiento y diversión para los asistentes. Preguntar sobre los procesos e ingredientes e incluso aprender algunos trucos de cocina o descubrir el origen de los productos y sus diferentes formas de preparación se tornan así en un reclamo para los invitados más sibaritas.
En estos showcooking es posible apostar tanto por platos con ingredientes clásicos como el pulpo como por recetas asiáticas como el sushi o por creaciones mexicanas . Todo dependerá de vuestros gustos. La propensión a celebrar bodas de estética boho-folk en las que se tematiza la boda alrededor del lugar de origen de los contrayentes o de uno de ellos, hace que surjan múltiples propuestas de muestras en directo de cocina tradicional, que funcionan como hilo conductor de la estética y de la temática del enlace.
Otra opción muy actual es instalar varios food trucks en el espacio donde se realiza la boda. Cada uno de ellos con diferentes especialidades culinarias que harán las delicias de los amantes del pica-pica. Desde cocina tradicional a mexicana, propuestas orientales, cocina fusión, montaditos, burritos o noodles pasando por los clásicos pulpo o jamón serrano cortado en el momento se convierten en un auténtico festival internacional de sabores y olores que ambientan el enlace y lo hacen dinámico y variado.
Como os decía al principio, estas elecciones irán siempre acordes a vuestros gustos y a los perfiles de invitados. Sin embargo, conviene tener en cuenta que la elección de la propuesta gastronómica de la boda ha de condicionar la decoración del evento, de modo que se cree una atmósfera que integre los diferentes ambientes.
Lo ideal es conseguir una armonía en la que se integre la gastronomía como una parte más de la decoración, de la ambientación y de la temática sobre la que gire la boda. Decoraciones etnicas, vintage, rústicas o cosmopolitas, con flores, rincones donde sentarse a comer, lugares donde hacerse fotos o mesas temáticas, como un candy bar o un carrito de helados, mesas de quesos… son múltiples las opciones que pueden contribuir a crear diferentes ambientes.
Necesidades de alimentación diferentes.
Un detalle que conviene que tengáis en cuenta es que cada vez es mayor el número de personas con necesidades de alimentación diferentes -bien por motivos de salud, religiosos o por preferencias personales- podrás encontrar en tu lista de invitados comensales que no consumen carne, que son veganos, celíacos o diabéticos, que tienen alergias o intolerancias o que siguen una dieta estricta, pautada o que tienen preferencias alimenticias concretas. Es un detalle tener en cuenta estas singularidades así como el hecho de diseñar menús infantiles para vuestros acompañantes más pequeños. Sin duda tus invitados te lo agradecerán mucho y disfrutarán de la fiesta como los demás gracias a tu previsión y cuidado por los detalles.
Lo más relevante de este día es que tanto vosotros como los invitados lo paséis lo mejor posible y que todo el mundo vuelva a casa con una sonrisa después de un día tan especial. Tomad vuestro tiempo para organizarlo todo, teniendo en cuenta que la previsión y la organización son garantía de éxito. Por lo general, en una boda muchos de los invitados o no se conocen o llevan mucho tiempo sin verse. La comida es el momento perfecto para interactuar y disfrutar de la compañía. Buscad los momentos y los espacios que propicien la conversación y la diversión.
Y lo más importante es que diseñéis la boda con la que vosotros habéis soñado, que construyáis también vuestros recuerdos gustativos, tratando de conjugar los intereses de vuestros invitados y actuando como los mejores anfitriones pero sin olvidar que sois los protagonistas, que es vuestro momento y que todo tiene que estar, principalmente, a vuestro gusto. ¡Buen provecho!
¡Y….Qué vivan los novios!
Nota. Este articulo lo escribí para el numero 2 de la revista La Boda de Nerea. Podéis leerlo también en la edición impresa de la revista con la que también colaboro.
En esta ocasión te has superado, sin dudarlo genial post!!!
Felicidades
Vaya currada de post!! Y las fotos, preciosas <3
A ver si Andre se anima a darme el anillo y montamos una algo guay, con food trucks, sin mesas… y ¡mucha comida!
Me ha gustado un montón, un beso!
jajajaj como dice la canción «Y el anillo pá cuando». Muchas gracias por tu comentario, me encanta organizar eventos y cuidar cada detalle. Estoy ya con otro post también relacionado con este mundillo de los saraos y evento varios que tanto me gustan 🙂