El Cultivo de Mejillones en las Rías Gallegas: Un viaje por la Ría de Arousa
Esta vez el viaje será gastronómico y os contaré algunas curiosidades del cultivo del mejillón en Galicia, concretamente en la Ría de Arousa.
En el corazón de las Rías Baixas, la Ría de Arousa destaca no solo como un referente en la belleza natural de Galicia, sino también en una de las actividades más emblemáticas de la región: el cultivo de mejillones.
Enmi cuenta de Instagram también voy compartiendo cada día lugares y recomendaciones, así que dadle un vistazo y consultadme todo lo que necesitéis.
A lo largo de la costa gallega, el paisaje se salpica de estas estructuras flotantes llamadas bateas, que parecen islas en miniatura, pero que en realidad son el epicentro de un proceso artesanal que ha llevado a Galicia a ser líder en producción de este molusco en Europa.
Hoy os propongo descubrir cómo la tradición, la innovación y el respeto por el entorno natural se entrelazan en el cultivo de uno de los mayores tesoros del Atlántico: el Mejillón de Galicia.
El Mejillón de Galicia: Un tesoro gastronómico y natural
El Mejillón de Galicia (Mytilus galloprovincialis) es una joya de la gastronomía española, con su característico sabor y textura que lo diferencian de los mejillones de otras partes del mundo.
Este molusco bivalvo tiene una concha de carbonato cálcico, con un color negro azulado en el exterior y una carne que varía del naranja al blanco.
Lo que realmente lo hace especial, sin embargo, son las excepcionales condiciones en las que crece, alimentándose del fitoplancton que abunda en las rías gallegas.
Las rías, especialmente la de Arousa, son uno de los depósitos de fitoplancton más ricos del mundo, gracias al fenómeno del afloramiento.
Las corrientes marinas profundas y frías, cargadas de nutrientes, ascienden hacia la superficie al llegar a las costas gallegas, creando el ambiente ideal para la proliferación del fitoplancton.
Los mejillones, a su vez, se benefician de esta abundancia, filtrando el agua y obteniendo los nutrientes necesarios para crecer y desarrollarse.
Algo importante es que tiene que haber una combinación de agua salada y agua dulce y además son muy sensibles a la temperatura del mar, así que no todo es tan fácil como parece.
Un mejillón puede filtrar hasta 8 litros de agua por hora, lo que no solo asegura su rápido crecimiento, sino que también contribuye a la limpieza y purificación del agua en las rías.
Este proceso natural de filtración, sumado a las características de las aguas gallegas, permite que los mejillones de Galicia alcancen el tamaño comercial(entre 70 y 95 mm) en 17 meses aproximadamente, un período mucho más corto que en otros países, donde puede tardar hasta 6 veces más.
De hecho, las rías gallegas son consideradas por la FAO uno de los mayores depósitos de fitoplancton del mundo, lo que confiere a los mejillones de esta zona su distintivo sabor y color intenso
La Batea: El centro del cultivo del mejillón de Galicia
El método de cultivo tradicional del mejillón en Galicia es la batea, una estructura flotante de madera que sostiene las cuerdas en las que crecen los mejillones.
La batea tiene un diseño autóctono y ha demostrado ser el sistema más eficiente para el cultivo de mejillón en el mundo. De hecho, Galicia produce gran parte del mejillón de Europa.
La batea está formada por una plataforma de madera, normalmente de eucalipto, sostenida por flotadores con una superficie de unos 550 metros cuadrados.
Una batea típica tiene sobre 500 cuerdas de unos 12 metros de longitud.
Cada metro de cuerda puede producir hasta 20 kilos de mejillón, lo que significa que una batea produce entre 40 y 80 toneladas de mejillón al año.
De esta estructura cuelgan cuerdas que se sumergen en el agua, a las que los mejillones se adhieren y crecen alimentándose del fitoplancton.
La Ría de Arousa, con una extensión de 230 kilómetros cuadrados y casi el 70% de todas las bateas de Galicia, es el principal centro de producción de mejillones en el país.
Algunas bateas, bajo condiciones óptimas, pueden incluso superar las 100 toneladas anuales.
El proceso de cultivo: De la semilla a la mesa
El cultivo de mejillones en bateas es un proceso que implica varias etapas, desde la obtención de la semilla hasta la cosecha.
Cada fase es crucial para garantizar la calidad del producto final y se lleva a cabo con un profundo respeto por el entorno natural, procurando siempre métodos sostenibles con el medio ambiente.
1. Obtención de la semilla (Mexilla)
La primera fase del proceso de cultivo es la obtención de la semilla o mexilla, que son las crías de mejillón.
Estas pequeñas larvas, después de ser fecundadas en el mar, se fijan a rocas o cuerdas colectoras instaladas en las bateas.
Me comentaban que esta operación se lleva a cabo entre los meses de marzo y junio, cuando las condiciones son más favorables para la adhesión de las larvas.
En Galicia, la semilla se recolecta principalmente de forma manual, utilizando rasquetas para desprender las pequeñas larvas de las rocas más batidas por el mar.
Este es un trabajo arriesgado, similar al de los percebeiros, ya que los bateeiros deben enfrentarse a las olas y las corrientes del Atlántico para obtener la mexilla.
2. Encordado
Una vez obtenida la semilla, se procede a su encordado, es decir, a su colocación en las cuerdas de las bateas.
Las crías, diminutas se adhieren a las cuerdas con la ayuda de una red biodegradable , que las mantiene en su lugar hasta que se adhieren por sí mismas. Este proceso puede realizarse de manera manual o mediante máquinas especializadas.
En las fotos podéis ver la maquinaría que se usa para este proceso de encordado
3. Desdoble
Después de 4 a 6 meses, cuando los mejillones han crecido y alcanzado un tamaño de entre 4,5 y 5,5 cm, se realiza el desdoble.
Esto implica dividir las cuerdas originales y separar los mejillones para otras cuerdas y permitir que los mejillones sigan creciendo sin sobrecargar las cuerdas y tengan más espacio para crecer.
Este proceso es esencial para evitar que los mejillones se desprendan por el peso y garantizar un crecimiento óptimo.
Por cada cuerda original de mexilla, se obtienen dos o tres cuerdas de desdoble, que se vuelven a sumergir en el agua para continuar el crecimiento de los mejillones.
Además las cuerdas llevan cada pocos centímetros unas piezas de plástico que van cruzadas para poder soportar el peso y evitar que se desplome todo el peso de la cuerda hacia abajo una vez colgada.
4. Cosecha y Selección
Después de aproximadamente un año y pico, los mejillones alcanzan el tamaño comercial y están listos para ser recolectados, el tamaño comercial suele estar entre (entre 70 y 95 mm).
Las cuerdas se retiran del agua con la ayuda de una grúa y se izan a bordo de un barco.
Si los mejillones están destinados al consumo en fresco, se limpian con agua de mar, se seleccionan por tamaño y se colocan en sacos plásticos para su transporte y posterior traslado a las depuradoras antes de que pasen al ser destinados al consumo.
En cambio, si los mejillones se destinan a las fábricas de conserva o procesamiento, se recogen a granel y se transportan en camiones hacia los centros de transformación.
La Importancia de la Ría de Arousa en la Producción de Mejillones
Aunque todas las Rías Gallegas juegan un papel importante en la producción de mejillones, la Ría de Arousa destaca por ser la principal zona de cultivo, concentrando casi el 70% de todas las bateas en Galicia.
Galicia cuenta con unas 3.337 bateas situadas en las rías gallegas, la Ría de Arousa es responsable de una gran parte de las 250.000 toneladas de mejillones que se producen anualmente en Galicia.
Evidentemente cada batea tiene una concesión administrativa que dura unos 25 años y tiene que estar ubicada y geolocalizada en un punto concreto.
Este nivel de producción no solo sostiene la economía local, generando más de 15.000 empleos directos e indirectos, sino que también ha colocado al Mejillón de Galicia como un producto de Denominación de Origen Protegida (DOP), garantizando su calidad y autenticidad.
Esta DOP al igual que otras DOP o IXP que tenemos en Galicia son un todo un orgullo para los gallegos de la calidad de nuestros productos con sellos de calidad que certifican el trabajo bien hecho.
Un ejemplo de sostenibilidad
El cultivo de mejillones en Galicia es un ejemplo de actividad sostenible, tanto a nivel económico como medioambiental.
A diferencia de otros tipos de acuicultura, el cultivo de mejillones no requiere alimentación artificial ni productos químicos.
Los mejillones se alimentan exclusivamente de los nutrientes que ofrece el mar, lo que hace que su cultivo sea respetuoso con el medio ambiente.
Además, la miticultura gallega ha desarrollado métodos de cultivo que minimizan el impacto ambiental, como el uso de redes biodegradables y técnicas de recolección sostenibles.
Esto asegura que las rías gallegas sigan siendo un entorno próspero para la vida marina y un recurso renovable para las futuras generaciones.
La experiencia gastronómica del Mejillón de Galicia
El Mejillón de Galicia no es solo un producto del mar; es una experiencia gastronómica en sí misma.
Su sabor, textura y versatilidad lo han convertido en un ingrediente fundamental de la cocina gallega.
Desde platos tradicionales como los mejillones al vapor, acompañados de un buen Albariño, hasta elaboraciones más sofisticadas, el mejillón es un símbolo de la riqueza culinaria de Galicia.
En la Ría de Arousa, además, se organizan rutas gastronómicas y visitas a las bateas, donde los turistas pueden aprender de primera mano cómo se cultivan los mejillones y disfrutar de su sabor directamente del mar a la mesa.
Recientemente pude probar algunas elaboraciones deliciosas en lugares tan dispares como el Faro de Punta Cabalo en la Illa de Arousa, el hotel Quinta de San Amaro en Meaño o en la Adega Eidos en Sanxenxo.
Conclusión
El cultivo de mejillones en bateas en la Ría de Arousa es mucho más que una actividad económica; es una tradición que conecta a los gallegos con el mar y con su historia.
A través de siglos de saber hacer, Galicia ha perfeccionado un método de cultivo que no solo produce uno de los mejillones más apreciados del mundo, sino que lo hace de manera sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
Para quienes buscan una experiencia auténtica de turismo y gastronomía, adentrarse en el mundo del mejillón en Galicia es una oportunidad única para descubrir los secretos del mar y saborear la riqueza de su cultura.
Y tal y como dice el slogan «Galicia Sabe A Mar y Galicia sabe amar»
Agradecimientos
Quiero expresar mi más sincero agradecimiento por la estupenda experiencia vivida en la Ría de Arousa. Descubrí todos los secretos del fascinante proceso del cultivo del mejillón en bateas, aprendiendo de primera mano sobre este tesoro gastronómico gallego.
Agradezco especialmente a las cofradías de la Ría de Arousa y a la Consellería do Mar de la Xunta de Galicia por invitarme a conocer de cerca este mundo tan apasionante, que conecta tradición, sostenibilidad y respeto por el mar.
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Me ha encantado toda la información recogida, he aprendido mucho 🙂
Muchisimas gracias Celeste, realmente es un trabajo que se conoce poco y da gusto poder mostrarlo. Un abrazo